Skip to content

Las verdades de Strauss-Kahn

 

Netease.com organizó en Pequín una conferencia en la que participó Strauss-Kahn y este, en su charla, indicó que si se unifica el mercado de obligaciones y se produce una unión fiscal fuerte, el euro no está en peligro, y que en este aspecto, se puede salir de la crisis sin demasiadas dificultades

También indicó que, si dentro de Europa nuestra idea de ayudarnos los unos a los otros, es dejar el dinero a quien lo necesita, a interés del mercado, para poder sacar benefició, es que tenemos un concepto muy raro de lo que significa ayudar.

Es necesario por lo tanto, tratar la eurozona como si fuese el mercado interno de cualquier país, en donde el dinero se distribuye en función de las necesidades estructurales, no del interés económico, y donde hay un organismo que controla el uso de ese dinero.

¿Ustedes se imaginan que cuando el gobierno destine una partida presupuestaria a, por ejemplo pagar los profesores de una ciudad, el gobierno cobre intereses por este dinero a sus propios ciudadanos?

O que la administración, al destinar el dinero al sistema sanitario de una región, exija que el sistema sanitario se endeude, muestre un plan económico para devolver el dinero y si no puede hacerlo, pues cierre y, en cambio a la región vecina, no le exija ninguna de estas condiciones?

Pues esto es lo que estamos haciendo dentro de Europa. Si Grecia necesita dinero para pagar a sus profesores, se lo dejamos, si y solo si, demuestra que puede pagar el interés que le exigiremos. Y si Portugal no tiene dinero para pagar los hospitales, le decimos que no es nuestro problema, que presente un plan económico y ya veremos si le dejamos dinero, obviamente a un buen interés, o sino, que lo pida al exterior.

¿Porque actuamos tan estúpidamente?

Pues por que no tenemos ninguna garantía de que ese dinero prestado, pueda ser utilizado en lo que se necesita y, tampoco tenemos ninguna garantía de que sea devuelto. Dentro de un país, si un funcionario o político despilfarra el dinero público, lo podemos acusar de malversación, o denunciarlo a sus superiores o no volver a votarlo. Pero si un funcionario o político irlandés, por decir alguien, despilfarra el dinero recibido de Europa, no podemos denunciarlo, ni dejar de votarlo ni acusarlo de nada.

En Europa podemos prestar y mover dinero y deuda, arriba y abajo, sin ningún problema, pero no podemos monitorizar y sancionar o validar el uso que los gobiernos hacen de ese dinero, pues eso ya depende de la soberanía de cada país. Para monitorizar, sancionar se nos obliga a utilizar las herramientas que el libre mercado pone a nuestra disposición -contratos, legislación, seguros, primas, multas, etc- pues esto se presupone que no afecta a la soberanía de cada país. Que el FMI o una agencia de rating monitoricen nuestra economía y castiguen lo que ellos consideran desviaciones es lo que toca. En cambio que un ciudadano de Europa intente controlar el buen uso de ese dinero en otro país, esto se convierte en una intromisión intolerable en la soberanía de los países.

No sirve de nada tener un mercado común financiero y su moneda única, si no hay solidaridad, control y compensaciones entre sus socios. Y para que se pueda ser solidario, y compensar las diversas necesidades estructurales, hemos de unificar el sistema fiscal y financiero europeo, y hacerlo transparente a los Europeos, no añadiendo más comisiones inter-gubernamentales o inter-regionales o inter lo que sea, sino fusionando y acercando a los Europeos la administración.

Ceder soberanía para fusionar intereses y crear unos mecanismos reales de solidaridad, es solo una cuestión política, que depende de los países europeos. Para hacerlo no se depende de la confianza de los mercados, ni del valor de la prima de riesgo, ni del indice de la bolsa, etc. Es una decisión política que pueden tomar cuando les apetezca.

Pero da la sensación de que, con tal de no ceder un milímetro de soberanía, haremos y pagaremos tantas comisiones inter-gubernamentales como sea necesario, para que monitoricen los cientos de acuerdos ínter-gubernamentales, que decenas de funcionarios de cada país, redactarán en todos los idiomas nacionales y según las decenas de legislaciones diferentes, para controlar que los billones de Euros que cada país soberano dejará a buen interés a los otros países soberanos, sean devueltos con interés. Y todo esto sin que exista un mínimo avance en la unión.

A modo de anécdota, tras la conferencia de Strauss-Kahn y su llamada a que los gobiernos se dejen de tonterías y unifiquen en pro de los intereses de sus ciudadanos, porque la salida y la solución a la crisis, está en sus manos, el titular de la conferencia según los periodistas y las portadas de los principales periódicos es:

!Vamos a morir todos!, ¡ Europa y el Euro se hunden!