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Origen Instituciones 1ª parte

 

Instituciones, sociedad, cultura, persona, ser humano

Los humanos somos seres sociales. Exceptuando algunos casos patológicos, ni sabemos, ni queremos, vivir aisladosi. Es tanta nuestra necesidad de compañía, que incluso podemos adoptar conductas altruistas, como el compartir recursos propios y necesarios, si con este acto obtenemos la compañía de otras personas y su ayuda en la lucha por la supervivenciaii.

Convivir con otro ser humano implica necesariamente admitir un trato de igual a igual con ese humano, pero cuando admitimos a la otra persona como a un igual con el que queremos satisfacer nuestra necesidad de socializar, renunciamos en parte a nuestra auto-percepción de ser el centro del universoiii, y tenemos que empezar a auto-imponer limites a nuestro mundo y a nuestro propio yo. Hemos de aprender a respetar al otro por lo que es en si mismo y por lo que es en nosotros debido al vínculo que nos une, y no solo por el espació que ocupa y los recursos que consume de nuestro entorno natural.

En la naturaleza un ser humano puede hacer lo que le de la gana. Su límite es la física del decorado natural que le rodea y los enemigos predadores que en el habitan. Un humano no puede mover una montaña, porque la montaña es demasiado grande y si llega un león, el humano saldrá corriendo porque el león es más fuerte y sus dientes son más grandes. Pero si ese ser humano fuese más grande que las montañas y más fuerte que los leones, entonces movería montañas y se comería a los leones. Para el hombre es fácil imaginarse más grande que la montaña y más fuerte que el león, aunque entonces quizás ya no es humano, sino un héroe o un dios.

Puesto que por defecto un ser humano no es un dios o un héroe mitológico, sus límites son límites físicos que la naturaleza dispone y que el Ser Humano puede ponderar y valorar, porque puede ver, sentir y analizar en función de sus propias capacidades físicas. La montaña no la puede mover, demasido grande, pero una roca si. El león quizás es demasiado fuerte y por lo tanto mejor esconderse, pero si se encuentra un cachorro de león, no dudará en matarlo y comérselo, pues ahora él es más fuerte. Con los sentidos los humanos percibimos una realidad física que podemos comparar y valorar con nuestro propio yo físico y nuestras capacidades físicas, y de este modo, decidir cual es la mejor linea de actuación en el escenario en el que vivimos. Nuestras capacidades físicas determinan que podemos hacer y cuando podemos imponernos a un obstáculo u otro animal y cuando debemos someternos, renunciar o salir corriendo. En consecuencia, para un ser humano primitivo y solitario, planificar o preveer lo necesita, lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer es relativamente sencillo.

Pero cuando un Ser Humano se encuentra con otro Ser Humano, y lo reconoce como a un igual, lo que puede o no puede hacer en su día a día junto a ese otro ser humano, ya no depende únicamente de su fuerza física o del tamaño de sus dientes.

La consciencia

Todo ser humanos es consciente de que su cuerpo está en cierta forma vinculado a su actividad mental y al encontrarse frente a otro ser humano, tiene todas las razones del mundo para sospechar que ese otro cuerpo también está vinculado a una actividad mental parecida a la suya, aunque no tenga ningún dato objetivo de esa otra realidad mental en la que el otro vive.

Por lo tanto, cuando un ser humano se encuentra con otro humano, y desea su compañia, en el imaginario del mundo en el que vive, es decir, en su escenario natural, tiene que añadir dos elementos más; un objeto físico evidente como es el cuerpo del otro ser humano, con unas determinadas características físicas que puede más o menos ponderar, y un objeto intangible que no ve, la mente de otro ser humano como él.

Con el primer elemento -el cuerpo- en tanto que objeto de limites precisos y objetivos, la interacción es relativamente sencilla. Comparando el cuerpo con la corpulencia del propio cuerpo el humano puede determinar la fuerza o suavidad con la que ha de interactuar. Con la vista puede percibir la distancia para por ejemplo modular el volumen de voz que utiliza o lanzar un objeto. Por su forma y aspecto puede determinar si necesita comer y con la mano puede entregarle comida, acariciarle o ayudarle. Los límites que el otro ser humano, como simple objeto físico que ha aparecido en escenario de otro ser humano, impone son claros y permiten a ambos humanos determinar fácilmente que han de superar y a que han de renunciar en su entorno, para poder estar bien cada uno con ese otro ‘cuerpo’ con le que comparten espacio y recursos.

Con el segundo objeto – la mente o personalidad del otro-, el tema se complica. Hay unos límites intangibles que todo humano sabe que no puede superar si quiere mantener una buena relación con el otro ser, y también percibe que hay unas cosas a las que tendrá que renunciar si quiere compartir. Pero no tiene ninguna información sobre que es lo que ha de superar, ni a que ha de renunciar, ni donde exactamente están los límites, ni de hecho tiene muy claro si es posible comparar su consciencia con la de ese otro ser. Peor aun, en el múndo físico natural, en ese decorado en el que vive, no hay nada que permita a un ser humano solitario como él, aprender y experimentar como actuar en estos casos.

Ahora o hace miles de años, el encontrarse frente a frente con un desconocido, incluso si estamos seguros de que es absolutamente inofensivo, puede convertirse en una situación muy incómoda, aunque no podamos determinar exactamente el porqué.

Los límites de la personalidad son límites virtuales que la naturaleza aparentemente no dispone, pero que los humanos percibimos. Estos límites condicionan nuestro comportamiento y el de las otras personas que conviven con nosotros.

Pero esta incomodidad, esta tensa situación, tiene que ser superada. La comunicación fraternal con otro ser humano, este acto que nos ayuda a ser Personas, solo es posible practicarlo con otras Personas. Podemos intentar practicar la mecánica de comunicar y la voluntad de conocer a otro ser, hablando con las paredes, con un muñeco o con un calcetin en la mano, pero nada de esto va a ser realmente de ninguna ayuda cuando nos encontremos frente a la mirada del otro. Nuestro único referente y guía ante los límites virtuales que dibuja la personalidad de la otra persona, es la propia auto-percepción, su comparación con las diferencias que detectamos en el otroiv al comunicarnos y conocernos y, el respeto a esta diferencia. Ser muy corpulento, tener los dientes grandes y unos brazos fuertes, no es garantía de que las otras personas deseen estar contigo y estar hablando durante horas con las paredes tampoco es ninguna garantía de aprender a tener un gran éxito social. Siempre, para ser aceptados como un igual por otra persona, hemos de enfrentarnos a esa persona, conocerla y darnos a conocer. Esto no implica tener que personarse físicamente frente al otro, tan solo implica poder comunicarse y, tener voluntad de conocer y mostrarse. Implica que el espacio exterior de la personalidad de uno y otro ser humano, entren en contacto.

Reconocer a otra persona, obliga a crear una realidad, un espacio de comunicación y control, que está más allá del mundo físico, pero que es real, pues vincula a los seres humanos y puede limitar y condicionar la actuación de ambos seres en el mundo físico.

A este espació imperceptible en el que los seres humanos establecen vínculos y condicionamientos fruto del re-conocimiento del otro y que por lo tanto posee una información y un conocimiento que es compartido entre diversos seres humanos pero que no tiene plasmación física, lo llamamos Cultura Exterior del ser humano. Este es un elemento fundamental en la vida del ser humano primitivo, en la comprensión de cómo y porque construimos nuestras sociedades y en el modelado y evolución de nuestro sistema cognitivo.

 

Personas Humanas

El que exista una realidad con sus propios límites, más allá de la naturaleza física objetiva que a todos nos rodea, en principio no tendría que tener ningún interés para los seres humanos primitivos. Si está más allá del mundo físico que es donde comen, viven, se reproducen y mueren los seres humanos y el resto de animales; esta realidad virtual no tiene porque afectar a la lucha diaria por la supervivencia. De hecho, para la mayoria de seres vivos, esta dimensión no parece existir y esto no les impide seguir viviendo.

El interés de los seres humanos por esta realidad ‘no física‘ reside en que, como hemos indicado, es en este espacio donde interactuan las personalidades de los distinto seres humanos. Gracias a esta interacción, detectamos las diferencias entre las personalidades de los diferentes seres humanos y desarrollamos herramientas (Instituciones) que nos permiten aprender a comprender y a comunicar mejor la diferencia propia y, a conocer y a comprender mejor la diferencia del otro. Cuando dos seres humanos son capaces de detectar sus diferencias, interpretarlas y comunicarlas con cierta fluidez, es cuando pueden empezar a crear un marco de significados común a ambos seres humanos, es decir es cuando pueden empezar a ponerse de acuerdo acerca de que significa cada cosa, elemento o actitud que comunican y que les define. Si se puede  alcanzar este mínimo acuerdo acerca de que significan las cosas más básicas, entonces es posible ir un paso más allá , empezar a socializar nuevas experiencias y empezar a realizarse como Persona dentro de un grupo. Actividades imprescindibles para que los seres humanos inicien una convivencia que les permita vivir más confortablemente y, colateralmaente pero igual de importante, para que las mentesv  de los seres humanos inicien un camino evolutivo diferente. 

Erwin Schrödinder en su conferencia ‘Las bases físicas de la conciencia‘, obra republicada por Tusquets en el libro ‘Mente y Materia’, comenta que una experiencia única que no se repite, es biológicamente irrelevante. El valor biológico reside únicamente en aprender una reacción adecuada a una situación que se presenta una y otra vez, y que requiere siempre la misma respuesta. Cuando hemos aprendido la respuesta a una situación, en cierta manera enviamos ese pack ‘experiencia-respuesta aprendida’ a nuestro subconsciente, para que se ejecute siempre que sea necesario. De esta manera liberamos recursos de la región consciente del cerebro, para otras tareas. Pero esta experiencia volverá a la región consciente para ser re-aprendida, si se produce una variación con respecto a las incidencias previas.

El valor de la diferencia

La causa de fondo que nos fuerza a actuar de esta manera, es decir a estar atentos a algo que se repite y de estas repeticiones extraer una respuesta genérica, no la sabemos y no es una respuesta común a todos los mamiferos. Algunas razas son muy curiosas e investigan cualquier cosa nueva y otros animales son muy miedosos o precavidos y rehuyen cualquier cambio en su entorno y, por mucho que una experiencia se repita, no aprenden ni muestran interés porqué de la misma manera que el cerebro de los mamíferos se siente atraido por la novedad, también ve en la novedad un peligro. Cualquier cambio o diferencia enciende alarmas en nuestro cerebro. Dependiendo de las razas o incluso de especímenes concretos, el comportamiento tenderá a la curiosidad o al miedo.

En los humanos sabemos que esta preferencia por lo que es novedoso y diferente, esta curiosidad insaciable empieza muy temprano en nuestra vida y casi siempre es superior al instinto de peligro que también despierta y por lo tanto es muy posible que sea parte innata de nuestro sistema cognitivo y no una causa de nuestra cultura, como parecen demostrar trabajos como el de Slater, A., Quinn, P. C., Hayes, R. & Brown, E. (2000). «The role of facial orientation in newborn infants’ preference for attractive faces«. Developmental Science, 3, 181-185 o el libro de Daniel N. Stern (2010). «Forms of Vitality: Exploring Dynamic Experience in Psychology and the Arts«. Oxford University Press, USA.
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Por otro lado, este interés innato por la novedad que se repite, no es lineal y en general tiene un umbral bastante bien definido que acostumbra a adoptar la forma de una Curva de Wundt. Esto significa que una vez despertado el estímulo, para mantenerlo será necesario ir incrementando la intensidad del mismo o aportar alguna variación. Si esto no ocurre en un determinado espacio de tiempo, el interés decae rápidamente. En cierta forma es una manera de salvar a nuestra ‘mente’ de caer en un loop adictivo. Nuestro interés por una nueva experiencia finalizará porque hemos automatizado una respuesta o porque nos aburrimos.

Así que tenemos un cerebro que debido a sus limitados recursos tiene tendencia a no fijarse en las experiencias únicas y si en las experiencias que se repiten. Lo que le gusta a nuestra mente es, durante un periodo de tiempo limitao,  poder observar y analizar una linea de hechos causales, para poder estructurar una respuesta a esa experiencia, y si la respuesta es efectiva, automatizar esa respuesta y en cierto modo olvidarse del tema.

Este es un patrón de actuación muy bueno cuando nos desplazamos por el mundo físico y natural en el que viven objetos más o menos animados y autónomos, pero es bastante deficiente cuando nos encontramos frente a la mirada de otro ser y no sabemos si va a gritar, sonreir, mordernos, salir corriendo, besarnos, etc. Un ser no es un robot que pueda repetir exactamente todos sus actos, de hecho un ser casi nunca repite exactamente sus acciones, ni las actitudes que adopta, ni sus reacciones. Por lo tanto, frente a otro ser, por ejemplo un humano, es fácil que sintamos una enorme curiosidad, porque es todo él una novedad. Pero cuando tratamos de adquirir un conocimiento relevante acerca de este humano, a nuestro cerebro le cuesta mucho encontrar patrones que se repitan y a los que pueda responder siempre de una manera automática. Hay una parte de la experiencia que el cerebro como espectador no puede percibir para analizar, porque reside en la subjetividad del otro ser. Ante un mismo hecho las reaciones pueden ser tan diferentes y variables que es casi imposible preveer una respuesta estandar. Si un humano sonrie, el otro puede responder con una sonrisa, pero al cabo de un rato puede responder con tristeza y más tarde, ante la misma sonrisa, hacer una caricia. Hay tantos matices, tempos y diferencias que es difícil encontrar hechos que se repitan exactamente.

Esto nos obliga a imaginar modelos, plantillas, o símbolos que modulen las diferencias y les den coherencia, pero que nunca nos podrán proporcionar una certeza absoluta acerca del comportamiento de otro ser humano y por lo tanto, estos modelos han de ser continuamente ajustados y comprobados, previamente a su uso real. Este continuo ajuste entre los mamíferos se realiza gracias a la capacidad innata de juego, la proto-Institución más básica que dos seres pueden establecer, y que permite experimentar ‘el otro’ en un espacio simulado y de confianza, para aprender a conocerlo y poder actuar acorde con este conocimiento en otras situaciónes ‘reales’. Es conviviendo y jugando que aprendemos a ser Personas.

Al mismo tiempo, al descubrir que fuera de la realidad tangible del mundo físico hay otras realidades y otros niveles de relacionarse con las Personas, abre en las capacidades cognitivas de algunos seres, la percepción de que quizás también existen nuevas maneras de relacionarse con los otros objetos de la naturaleza, o incluso con todo el conjunto de la naturaleza. Al igual que tras los cuerpos hay una mentalidad, quizas existe también una mentalidad tras los otros objetos que nos rodean. Desde esta nueva percepción de la realidad es posible empezar a crear un Discurso Místico que de sentido a la experiencia de la vida, incluya a las otras consciencias y justifique o explique aquello que se ignora o atemoriza. En concreto el ser humano, puede empezar a tejer un relato que justifique el hecho de que puedan ocurrir cosas, que escapen a su percepción y conocimiento de la naturaleza.

El contacto y respeto por los otros seres nos permiten evolucionar como Humanos; el contacto con otras personalidades nos permite evolucionar como Personas. Evolucionando creamos nuevos marcos de significados comunes y nuevas culturas que gestionen la relación de las Personas dentro de estos marcos de significado y que en conjunto podemos llamar Acuerdo Canónico.

Sintetizando.

Frente a otros seres humanos, cuando los reconocemos como Personas, aceptamos unos límites y obligaciones superiores a los que nuestra naturaleza nos impone, porque la necesidad de compañía física y comunicación emocional es muy fuerte y necesaria para sobrevivir, y porque la interacción con estos nuevos límites, facilita los procesos de obtención de información, intercambio y cooperación que ayudan al crecimientovi físico y mental. Es decir, agrupándonos con otros seres humanos nos hacemos más fuertes en nuestra relación con el mundo físico y comunicándonos con otras Personas, nos hacemos más inteligentes (racional y emocional).

Además, en los grupos es más fácil encontrar pareja (sexo!) y trabajando en equipo se puede optimizar la obtención y transformación de los recursos que la naturaleza nos facilita. Así que, formando grupos los humanos podemos vivir más, mejor y aumentar nuestras posiblidades reproductoras. Por lo tanto, si podemos, los seres humanos vamos juntándonos en grupos de personas cada vez más grandes.

Pero gestionar grupos de personas, en los que cada persona tiene su propia personalidad, su peculiar manera de ser, sentir y razonar y, en donde cada persona sigue siendo un ser autónomo que puede largarse cuando quiera, es complicado.

Por suerte, para llevar a cabo con éxito la complicada gestión de la convivencia, los seres humanos hemos mejorado una herramienta muy poderosa; el lenguaje. La primera gran Institución tras el juego. Gracias a esta increible habilidad podemos comunicarnos y así compartir unas representaciones de la realidad similares que nos permitan adoptar una acción común y previsiblevii.

Esta acción común en parte significa estructurar unas leyes, normas, tradiciones, reglas, estatutos, usos, protocolos, etc que nos ayuden a poner orden en el funcionamiento de los grupos y a dar explicación y justificación a los eventos del día a día. Gracias a las ‘normas’ consensuadas o comunes, es posible que cada miembro de un grupo pueda utilizar un lenguaje y comunicándose, construir su marco de previsiones de futuro, es decir, pueda planificar/pensar su vida más allá del momento presente, desde dentro del grupo, sin que este se desintegre o su funcionamiento se vuelva caótico.

Hemos utilizado ya un par de veces la palabra ‘Institución’ así que mejor definamos un poco que enendemos por Institución antes de proseguir nuestro relato.

Institución

A cualquier norma o cuerpo de normas que regule o pretenda regular la actividad y comportamiento de seres humanos, le llamamos Institución. Por ejemplo: el lenguaje, la constitución de un país, las leyes penales, las empresas, el matrimonio, la religión, las normas de educación, las relaciones familiares, las leyes del comercio internacional, los mercados financieros, el código de circulación, etc. incluso los pre-juicios, ‘memes’ o ideologías pueden ser considerados instituciones.

Los seres humanos hemos podido desarrollar Instituciones porque, como mamíferos que somos, tenemos ya de una manera innata en nuestro cerebro la capacidad de institucionalizar. De la misma manera que nuestro cerebro es capaz de interpretar imágenes o detectar e interpretar sonidos de una manera innata, nuestro cerebro es capaz de crear y compartir instituciones y esta capacidad la utilizamos extensivamente todos los mamíferos para jugar. Una importante técnica y actividad que, como hemos comentado, permite a dos seres experimentarse el uno al otro y conocerse más allá de la mera apariencia física y ayudar a desarrollar la capacidad de comunicar.

Para poder institucionalizar necesitamos que el ser a quien queremos incluir en la Institución :

– No reaccione únicamente de una manera instintiva.

– Tenga unas reacciones no-instintivas similares y le guste experimentarlas.

– Sea sensible a una comunicación, por muy primitiva que sea.

– Acepte unos límites, objetivos y condicionantes virtuales.

– Acepte someterse a unas normas comunicadas.

De hecho, estas son las bases del juego, una actividad social que instintivamente la mayoría de los mamíferos pueden llevar a cabo, porque los mamíferos no sólo viven movidos por sus instintos naturales, además son unos seres que pueden institucionalizar una parte de su experiencia de vida en grupo y esto nos los hace muy próximos. Aunque todos los mamíferos comemos, defecamos, nos reproducimos, etc. es cuando vemos a otros mamiferos jugando que sentimos una mayor próximidad empática a ellos.

A partir del juego y sobretodo de la necesidad de querer comunicar, y gracias a disponer de un órgano que permite captar sonidos y otro órgano que  permite emitirlos, surge la primera gran institución; el Lenguaje.

El lenguaje es el primer conjunto de normas pactadas que surge de la utilización del set de normas innato. Podemos crear un lenguaje porque podemos jugar, es decir, porque hay una estructura en nuestro cerebro que nos permite institucionalizar parte de nuestra experiencia social, por lo tanto, el lenguaje nunca podrá diferenciarse excesivamente de su origen como institución lúdica. Pero aúnque el lenguaje en su nucleo es tan solo un juego en el que hemos asignado unos significados a unos símbolos y hemos acordado una forma de transmitir estos símbolos, es un enorme paso adelante porque implica que hemos identificado una capacidad innata y la hemos utilizado para crear un nuevo set de normas de nivel superior que ya no es innato y que nos permite ampliar la información que adquirimos y transmitimos en sociedad.

El lenguaje es una de las más antiguas y potentes Instituciones, pero hay muchas más. Quizás uno de los ejemplos más primitivos y curiosos de Institución lo encontramos entre algunas tribus aborígenes de Australiaviii  con la institución de los caminos cantados. Esta Institución consiste en:  la transmisión de una simple canción, su protocolo ceremonial para fomentar la obligación de transmitirla a otros y sus rituales para ejecutarla de determinada manera.

La canción puede durar horas y ser muy monótona a los oidos occidentales, pues su función no es el ser vehículo de entretenimiento, sino ser un mapa oral de como desplazarse de un punto a otroix. Cantando la canción y siguiendo sus instrucciones, los aborígenes pueden desplazarse por el desierto Australiano, reforzar su vínculo con esa tierra y llegar con certeza a su lugar de destino. La canción, sus rituales de transmisión y su ejecución, permiten que un conocimiento adquirido hace cientos de años por los antepasados aborígenes, sea transmitido fidedignamente a diferentes grupos de personas en diferentes épocas.

Lo que ahora hacemos con el iPhone y Google-maps, los aborígenes de Australia lo pueden hacer desde hace miles de años cantando. Es una manera más primitiva, cierto, pero dudo que el iPhone, su GPS y su app. para trazar rutas, sobreviva tanto tiempo como el que ha durado esta institución australiana.

Cuéntame un cuento

En todo el mundo, hasta hace muy pocos años, se han utilizado, relatos, canciones, mitos, historias, incluso cuentos infantiles para educar, transmitir y condicionar la vida de las personas. Por ejemplo el cuento de La Caperucita Roja.

La idea de que el bosque, las calles o simplemente el espacio alejado del nucleo familiar, es peligroso para las jovencitas y que, más allá de tu núcleo familiar, no puedes fiarte de nadie que te encuentres en él, es una información que a determinados poderes puede interesarles hacer llegar a todas las personas. En una época ‘pre-medios de comunicación’ y ‘pre-digital’, transmitir este consejo, para poder manipular a la gente para que acepten esta percepción de la realidad, es una tarea muy complicada y consume mucho tiempo, y si el dominio es un poco grande, es difícil.

En cambio transmitir esta información vía un cuento como ‘La Caperucita Roja’, que si gusta a los niños, por si solo se expandirá entre la población, es una manera mucho más efectiva y barata de conseguir el mismo efecto. Los niños no van solos por el bosque o por las calles, porque aprenden de los cuentos, que es peligroso. Crecen con la percepción de que lo seguro es el pueblo estructurado bajo un clan familiar y con el gobierno del Rey o  alguna otra autoridad. Esto es lo seguro y lo positivo, y no el vagabundeo con desconocidos o el relacionarse con ellos por muy fascinantes que puedan parecer. El propio Charles Perrault al publicar este cuento de Caperucita Roja a finales del siglo XVII incorporaba una explicación de su sentido e intención:

From this story one learns that children, especially young lasses, pretty, courteous and well-bred, do very wrong to listen to strangers, And it is not an unheard thing if the Wolf is thereby provided with his dinner. I say Wolf, for all wolves are not of the same sort; there is one kind with an amenable disposition – neither noisy, nor hateful, nor angry, but tame, obliging and gentle, following the young maids in the streets, even into their homes. Alas! Who does not know that these gentle wolves are of all such creatures the most dangerous! (Histoires et contes du temps passé, avec des moralités. Contes de ma mère l’Oye 1697 Charles Perrault.)

Los relatos, cuentos, mitos, leyendas, etc. como Instituciones han sido un elemento clave para el desarrollo de las diferentes culturas. Sin la revolución cultural que implica crear y transmitir relatos, no nos habríamos diferenciado demasiado de los otros miembros de la familia homininae. Los seres humanos empezamos a ser personas, cuando fuimos capaces de cantar y relatar nuestro mundo, creando las primeras Instituciones que tenían que ayudarnos allí donde biológicamente ya no llegábamos.

Permitanme remarcar esta última expresión «donde biológicamente ya no llegábamos» porque ya sea un cuento, una declaración de Derechos, una tradición, una ley, una Sociedad Anónima o una religión; una Institución no sólo regula o gestiona una parte de la vida en sociedad, además las instituciones han sido los vehículos de transmisión y almacenaje del gran cuerpo de conocimientos, que los grupos de seres humanos, a medida que crecían, iban acumulando y que desbordaba sus propias capacidades biólogicas. Las Instituciones son las herramientas con las que los seres humanos construyen sus culturas y por lo tanto desarrollan sus sociedades.

Instituciones Positivas

El extraordinario poder de las Instituciones, ha permitido a los seres humanos acumular conocimientosx y gestionar sus sociedades, cuando gestionar una sociedad y mantener información útil para otras personas, estaba muy por encima de las posibilidades tecnológicas o biológicas inherentes a las personas. Las Instituciones han sido la Internet del hombre pre-digital, pues con su creación expandieron las posibilidades de los antiguos seres humanos y los pusieron en contacto con otros seres humanos, salvando tiempos y distancias.

Así que, es muy importante que seamos conscientes de que las Instituciones, son algo innato a los mamiferos que nos ayudan en muchos aspectos y que al igual que el lenguaje o la capacidad de comunicarnos, son imprescindibles en la consecucción de nuestra voluntad de con-vivir, es decir, vivir junto y con, otras personas.

El problema surge cuando las Instituciones adquieren un poder o un tamaño tan grande, que escapa al control de las personas y empiezan a independizarse y a emanar de ellas, nuevas Instituciones sin ningún control humano. Estas Instituciones que actúan por libre guiadas únicamente por sus propios intereses, olvidan (metafóricamente) su función original de ayudar a las personas en la gestión de un ámbito de la sociedad, y se preocupan únicamente por su propia supervivencia. Es entonces cuando Las Personas pasamos de creadores y controladores, a ser un recurso más en la lucha y expansión de las Instituciones. Las personas nos volvemos prescindibles o sacrificables por el bien de una Institución. El caso más obvio es el de un Estado. Cuando mueres por un país, estas dando tu vida por un grupo de Instituciones que definen tu Estado o para evitar que otras instituciones tomen control sobre las Instituciones de tu país.

Pero no sólo por el Estado, es decir, por un conjunto de grandes Instituciones, los seres humanos podemos ser prescindibles. Para instituciones más pequeñas como empresas, ministerios, tradiciones, religiones, mercados, relaciones familiares, partidos, ideologías, o incluso equipos de futbol podemos encontrarnos con la situación de que las instituciones prioricen su supervivencia por encima de la vida de las personas.

En positivo y en negativo las Instituciones condicionan la cultura que se crea y las sociedades que de ella emanan. Por lo tanto condicionan la manera de vivir, la actitud y la pecepción de la realidad de las personas en esas sociedades.

La actuación y el grado de libertad de los agentes en una sociedad vendrá determinada por la estructura institucional del momento. Son las Instituciones quienes determinan las relaciones de poder entre las personas y las herramientas para combatir o modificar estas relaciones. Los agentes solo pueden intervenir para alterar el entramado institucional cuando las instituciones entran en crisis porque no pueden controlar las dinámicas de su sociedad en un momento dado y no son capaces de adaptar la cultura, para que asimile estas nuevas dinámicas. En estos casos, las instituciones y los agentes,  abren la via a nuevas instituciones que se adaptarán mejor al nuevo contexto y las nuevas dinámicas. El proceso acostumbra a ser traumático.

En el siguiente capítulo vamos a analizar un poco cómo surgen las Instituciones, porque son tan importantes, que tipos de instituciones hay y porque es tan peligroso que escapen al control de los seres humanos.

Instituciones

Diferenciaremos cinco grados de instituciones i culturas.

  • 0º grados. Familia. Son proto-instituciones. Es la Institución innata, por ejemplo El Juego. Se aplica la proto-institución sin generar nuevos sets de Instituciones. Es innata y no requiere de transmisión. Donde más se utiliza este tipo de Instituciones es en la familia y en un sentido más amplio en los grupos familiares como los clanes. No hay normas escritas, ni tan siquiera verbalizadas, todo se basa en lo que se supone que tiene que hacerse y en el conocimiento que cada miembro tiene de los otros miembros de la familia. Cada acto es, controlado y castigado según el parecer de los miembros de la familia que actúan como un solo cuerpo. Es el juego que practican casi todos los mamíferos.
  • 1º grado. Tribu. Son las primeras instituciones formales. Se utiliza la capacidad de juego para crear un primer set de normas que no es innato. Si este set de normas no se transmite, desaparece cuando sus usuarios desaparecen. Se fundamentan en la oralidad y establecen el nivel del Acuerdo Canónico sobre el que se construye una sociedad. Por ejemplo los relatos, las canciones, las tradiciones, etc. La estructura social donde más se utiliza este tipo de Instituciones es en la tribu y, en un sentido más amplio, en muchas de las sociedades de cazadores-recolectores. Las normas, usos y tradiciones ahora son públicos, se exteriorizan y transmiten para su conservación, pero solo entre los miembros de la tribu, la cual se convierte prácticamente en una familia extendida.Todavía no se produce una plasmáción de la Institución en el mundo natural y físico.
  • 2º grado. Reino. Aparecen cuando los símbolos que definen a las Instituciones se convierten en objetos físicos, para que las instituciones que no son innatas, en su perpetuación, no dependan de las personas. Las Instituciones se cosifican y la oralidad pierde su importancia frente a los textos u otras formas de representación física. La estructura social donde más se utiliza este tipo de Instituciones es en el clásico Reino de la Europa Medieval.
  • 3º grado. Imperio. Meta-instituciones. Son grupos de instituciones de cualquier tipo anidadas o vinculadas para trabajar todas en beneficio de una sola institución. Por ejemplo, los mercados financieros, los Estados, las grandes religiones, etc. Las instituciones de 3º grado acostumbran a poder funcionar por encima de las sociedades que las han creado. Son el modelo dominante en la gestión de muchos de los Estados Nación actuales. Las propias Instituciones son ahora las que determinan su aparición en el mundo físico.
  • – 4º grado. Son Instituciones que se están gestando ahora, pero desde nuestra sociedad de Discurso Lógico actual, o desde nuestro paradigma actual, no podemos comprenderlas ni definirlas. Sabemos que existen porque estamos en un proceso de Cambio Cultural y esto implica necesariamente que ya han aparecido.Puesto que el elemento que está propiciando el cambio es Internet y las tecnologías digitales, como conjetura, pienso que las Instituciones de 4º deben ser como pequeños agentes AI, que aparecen cuando se sobrepasa un determinado nivel de complejidad e información. Como agentes autónomos, están aprendiendo a dirigir a las otras instituciones como si se tratase de ganado. Está por ver si estas instituciones de 4º grado son perros pastores de los humanos o pastores de humanos.

Mezclas

En una cultura pueden coexistir Instituciones de diversos grados pues en cada ámbito de la vida en sociedad un tipo de insitución puede ser más eficaz que los otros, y podemos hacer gradaciones en función del desarrollo de las Instituciones, es decir, en función del grado de dominación que esas Instituciones ejercen en la sociedad.

Por ejemplo, en Europa, tenemos Instituciones de todos los tipos, pero la sociedad está regida por instituciones de 3º. En muchos países pobres en vías de desarrollo la sociedad está todavía controlada por Instituciones tribales, es decir, de grado 1 y quizás en un lugar como las zonas rurales de Afganistán, podemos encontrar muestras de todos los tipos de Instituciones, pero el control de la sociedad rural dependa de Instituciones prácticamente de grado 0, es decir, la familia. Así que en cierta manera, si bien las Instituciones son de uno u otro grado, podemos decir que en una determinada sociedad, las Instituciones tienen un grado 2,8 o 0,9 dependiendo de la influencia dominante que tengan esas instituciones entre los distintos grados.

Esto es útil porque en el caso de querer intervenir en un lugar, si determinamos el grado institucional, sabremos el tipo y modelo de instituciones que podemos crear para controlar esa zona y el impacto problemático que puede tener implementar una institución de grado superior en una sociedad que todavía no está preparada, pues esta institución siempre generará una crisis enlas instituciones de grado inferior. Un ejemplo: Pretender implementar una institución de grado 3 como un parlamento occidental, o un sistema de mercado, o un código de leyes occidental, en un lugar como Somalia o Afganistán donde el grado Institucional seguramente oscila entre 0,7 y 1,6 es tirar el dinero o provocar una revolución social. Cuando se dispone de un mapa de los diferentes grados promedio de las instituciones es posible concer el valor máximo y en que sector y lugar geográfico hay más posibilidades de actuar con éxito y que tipo máximo de institución puede injertarse.

De todas maneras, nunca es bueno ir muy por encima del grado institucional máximo. Cuando aparecen instituciones de un grado superior,  se produce una crisis y se altera en profundidad el nivel del Acuerdo Canónico y por lo tanto la sociedad ha de adaptarse a la nueva cultura o desaparecer. Es decir, la gradación entre uno y otro nivel institucional, únicamente provoca tensiones en la sociedad, pero acceder a otro nivel obliga a cambiar a la sociedad y esto puede ser muy traumático pues implica la desaparición de la mayoría de instituciones de ese nivel y estas instituciones no van a desaparecer sin más.

Así, una sociedad con Instituciones de 2º grado ya no puede volver al nivel de Acuerdo Canónico anterior, dominado por Instituciones de 1º pues, alcanzar el pleno desarrollo de Instituciones de un grado superior implica un cambio cultural y económico tan grande que aunque esa sociedad colapse, las personas se convierten en portadoras de esa cultura y, volverán a generar nuevas sociedades con la nueva Cultura y sus Instituciones de ese grado. La única manera de volver al nivel de Acuerdo Canónico anterior, es eliminando todos los portadores de esa Cultura o absorbiéndolos y convirtiéndolos en irrelevantes.

Un ejemplo muy sencillo. Si en una sociedad con Instituciones de 1º aparecen Instituciones de 2º y se convierten en dominantes, esto implica necesariamente que también ha aparecido un cierto volumen de personas capaces de leer y escribir las Instituciones de 2º y que se han auto-asignado una serie de derechos diferentes. Se ha desarrollado por lo tanto un nuevo tipo de Cultura que aunque la sociedad colapse, será transportado por las personas que fueron participes de esa cultura y contaminará a las otras sociedades de grado inferior, siempre que se dispongan de recursos suficientes para que la contaminación sea efectiva, o conducirá a la eliminación de todos los contaminados por un superior grado institucional.

Estructuras Disipativas

Cuando observamos una Institución como una mera estructura, su creación y evolución es muy parecida a la creación y evolución de las Estructuras Disipativas definidas por Ilya Prigoginexi.

Veamos con un poco más de detalle, este símil entre las estructuras disipativas bio-quimicas de Illya y las estructuras institucionales.

La Wikipedia no acostumbra a ser un recurso académico recomendable, pero en este caso, considero que su definición de las estructuras disipativas es muy apropiada:

Las estructuras disipativas constituyen la aparición de estructuras coherentes, autoorganizadas en sistemas alejados del equilibrio. El término estructura disipativa busca representar la asociación de las ideas de orden y disipación. El nuevo hecho fundamental es que la disipación de energía y de materia, que suele asociarse a la noción de pérdida y evolución hacia el desorden, se convierte, lejos del equilibrio, en fuente de orden.

En un lenguaje vulgar, una estructura disipativa, sería la encargada de permitir alcanzar un cierto orden (muchas veces asociado al mero orden biológico) a expensas de un aporte continuo de energía externa al sistema. De ahí, que se le asocia al no equilibrio, pues origina condiciones que no son alcanzables espontáneamente, pero a las que si se llegan y mantienen en equilibrio si cíclicamente se le incorpora energía. Se dice que tales sistemas concluyen en un «equilibrio estacionario»

Ahora traslademos en la medida de lo posible estos conceptos a nuestro entorno de cultura y sociedad.

Para que en un sistema, se produzca un cambio o evolución, necesitamos que este sea abierto. Un sistema cerrado al no tener entradas que puedan producir alteraciones, acostumbra a permanecer fijo, inmóvil o a ir muriendo. Por lo tanto, el primer requisito para que en una Sociedad se produzcan, o evolucionen las Instituciones, es que esa Sociedad sea capaz de comunicarse con diferentes fuentes de información/energía internas o externas

El segundo requisito, es que el sistema esté alejado del equilibrio. La Cultura de esa Sociedad no sólo ha de tener canales abiertos para recibir más energía e información interna y externa, además la información que entra por estos canales ha de ser superior a las capacidades que tiene la cultura de esa sociedad de gestionarla, poniendo a las Instituciones de la sociedad en crisis al verse incapaces de gestionar ese nuevo volumen de información y apareciendo por lo tanto fuertes presiones contra las instituciones por parte de nuevas fuerzas socio-económicas que no pueden ser controladas.

En los sistemas no existen los agujeros mágicos donde se pueda meter todo lo que no interesa. Cuando algo entra en un sistema, ese ‘algo’, ese nuevo elemento pasa a formar parte de la definición del sistema y el sistema, puede asimilarlo o expulsarlo, lo que no puede hacer es ignorarlo. Si un sistema no es capaz de asimilar un elemento o flujo que está entrando, ni tampoco es capaz de expulsarlo sin que se produzca ninguna alteració, el nuevo elemento simplemente interferirá en el sistema de una manera no controlada. Esta inestabilidad va a ir produciendo comportamientos caóticos e impredecibles en el sistema.

Podemos representar gráficamente la evolución en el tiempo de un sistema con una línea (función) en unos ejes de coordenadas. Si el sistema es muy simple, es fácil preveer como evolucionará la línea si conocemos todas las variables de la función y su afectación. Cuando el sistema es una sociedad es prácticamente imposible predecir su evolución, pero puesto que en toda sociedad se acumulan unas dinámicas e inercias muy fuertes, si que podemos predecir un poco la tendencia del sistema. Ahora bien, cuando el sistema va siendo contaminado, recibiendo nuevos elementos que no integra ni expulsa sino que ignora, se hace imposible determinar incluso la tendencia porque desconocemos como va afectar esta contaminación en las variables que utiliza la función para representar su evolución. La línea de evolución del sistema va a empezar a cimbrear aleatoriamente destruyendo el ‘path’ o camino que las Instituciones han previsto, dentro del marco de previsiones de futuro de esa sociedad.

El tercer requisito es que esta situación sea, sino perpetua, si que sea continua durante un largo periodo de tiempo. Si los canales de entrada dejan pasar un gran volumen de información, pero esta es puntual y no desestabiliza totalmente el sistema, las Instituciones acabarán aprendiendo a anular esa información/contaminación y a volver a estabilizar el sistema. Si el flujo de información dura lo suficiente para ir aumentando la complejidad del sistema, las fluctuaciones cada vez serán más intensas. Finalmente el sistema colapsará o, aparecerán nuevas y desconocidas estructurasxii, coherentes con la nueva frecuencia a la que se está moviendo el sistema y que sean capaces de gestionar los nuevos volúmenes de información/energía.

Es imprescindible además, que a la par que el aumento del volumen de información que entra en el sistema, se produzca un aumento de los recursos a los que tiene acceso el sistema, pues las viejas Instituciones, lo primero que harán para gestionar la nueva situación es absorber más y más recursos. Hasta que no sea evidente su ineficiencia y se vean sean substituidas por nuevas instituciones, no pararán.  Por su parte, las nuevas Instituciones, puesto que ya nacen en un nivel energético más alto, para ser capaces de gestionar este volumen más grande de información, necesitarán por defecto un flujo energético superior.

Una vez constituidas estas nuevas instituciones en este nuevo nivel energético mínimo, la situación empezará a estabilizarse y más Instituciones se formarán, o algunas antiguas se adaptarán a ese nuevo nivel, estabilizando el sistema, controlando las entradas internas y externas, alterando la inercia de la Path Dependency anterior y situando un nuevo punto y un nuevo nivel base o Acuerdo Canónico para esa sociedad. Pero antes de que se establice todo el sistema, es muy posible que se produzca una fuerte crisis pues las nuevas Instituciones, al ser absolutamente impredecibles en su forma y capacidad de actuación, es muy difícil que puedan encajar sin problemas en el sistema pre-crisis, pues obviamente, el sistema no estaba preparado para convivir con ellasxiii.

Por lo tanto es imposible para una sociedad pasar de instituciones de grado 1 a grado 2, sino tiene un superávit de recursos suficiente que le permita mantener el nuevo nivel energético en el que se desarrollan estas nuevas estructuras y sino sufre una grave y prolongada crisis que permita el asiento de las nuevas instituciones y la alteración del Acuerdo Canónico.

Antes de seguir profundizando en estos aspectos, vamos a ir al principio de la historia de los seres humanos para ver como han ido evolucionando las Instituciones y así poder entender mejor sus cambios, ventajas y problemas

Vamos a empezar en un imaginario periodo Pre-Institucional, en el que dos solitarios seres humanos, en busca de compañía, se encuentran frente a frente.

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Notas a pié de página y bibliografía
i p.84 Sin los demás, el hombre desbarata su naturaleza, pierde su pensamiento y su conducta más genuina y simplemente sucumbe y se enajena. Esto lo hemos visto en los seres humanos aislados a los pocos años tras el nacimiento, o conviviendo con primates en la selva (Mora, 2001 ; 2002) El hombre es claramente dependiente de su entorno social y menos de sus genes. No en vano el ser humano conforma y desarrolla tras el nacimiento casi el 70 % de su cerebro en interacción constante con su medio ambiente y los demás. Pero el hombre necesita a los demás, no sólo durante la niñez, la adolescencia o la juventud, sino a lo largo de toda la vida. El éxito de un individuo o la supervivencia de la especia misma es muy dependiente de las habilidades y talentos que éstos tengan para interaccionar unos con otros en la sociedad en que viven. Francisco Mora. Neurocultura. Una cultura basada en el cerebro. Alianza Editorial. Madrid 2007
ii p.196 “En un mundo en el que los seres humanos estaban expuestos a la omnipresente amenaza de animales físicamente más fuertes y quizá también más veloces y agiles, un ser humano aislado no tenia grandes posibilidades de subsistir por sus propios medios. Como para muchos antropoides, también para los seres humanos la convivencia en grupos tenia una indispensable función de supervivencia.”Norbert Elias. La Sociedad de los individuos. Edi. Peninsula. Barcelona
iii p.66. “El otro cuando es reconocido como persona, impone su limitación al yo por el solo hecho de su existencia como otro personal. El yo que toma en serio la alteridad y la personalidad del otro, debe dejarse destronar, debe renunciar a su papel de centro exclusivo del universo”. Josep Maria Coll Alemany. La relación interpersonal. Fundación Emmanuel Mounier. Colección Persona. Salamanca 2010
iv Pàg. 101 Dice Mary O. Wiemann que cuando queremos establecer comunicación con alguien, cuando queremos relacionarnos, tenemos que conocer a esa persona y esa persona tiene que conocer quienes somos. “La forma en que ambos lograremos este primer conocimiento es a través de la autopresentación que nos permite vernos y compararnos con el otro. Ver las diferencias y similitudes respecto a uno mismo, y es una manera de comparar, valorar e interesarse en comunicarse. Yo puedo quererme mucho, pero si me encuentro con mi doble exacto, en todos los aspectos, no necesitare comunicarme con él, pues ya lo sabre todo de él y nada me aportará. Sin diferencias, no hay comparación, no hay cambio, no hay conocimiento, no hay vida”. Mary O. Wiemann. La Comunicación en las Relaciones Interpersonales. Edi. UOC Aresta. 2011.
v p.74 “Un organismo no se desarrolla de manera normal a menos que esté expuesto a determinadas experiencias. Estructuras de la Mente” Howard Gardner. FCE Mexico 1994
vi Como indica el Doctor Bruce Lipton “Los procesos de crecimiento requieren un intercambio libre de información con el medio, la protección requiere el cierre completo del sistema. Una respuesta de protección mantenida inhibe la producción de energía necesaria para la vida.”»Lo que pensamos varía nuestra biología» Bruce Lipton, doctor en Medicina, investigador en biología celular. Entrevista realizada por Ima Sanchís y publicada en La Vanguardia 09/09/2011
vii Generally speaking, the formation of shared representations is the premise necessary for a common action. (D. Lane, D. Pumain, S. van der Leeuw, G. West, 2009). ANE D., PUMAIN D., VAN DER LEEUW S., WEST G. (eds)., 2009, Complexity perspectives on innovation and social change, Iscom program, Springer, Methodos Series
viii Watson, Helen (1989) Singing the Land, Signing the Land. Deakin University Press, Geelong Victoria 3217, 1989. ISBN 0-7300-0696-4
ix«…the labyrinth of invisible pathways which meander all over Australia and are known to Europeans as ‘Dreaming-tracks’ or ‘Songlines’; to the Aboriginals as the ‘Footprints of the Ancestors’ or the ‘Way of the Law’. Aboriginal Creation myths tell of the legendary totemic being who wandered over the continent in the Dreamtime, singing out the name of everything that crossed their path – birds, animals, plants, rocks, waterholes – and so singing the world into existence.»» Chatwin, Bruce (1987) The Songlines, published by Jonathan Cape, and Vintage, 1998. ISBN 0-09-976991-3
x“Jean Monnet solía citar al filósofo suizo Amiel: «La experiencia de cada hombre se desvanece con él. Sólo las instituciones se hacen más sabias acumulando la experiencia colectiva. Gracias a esta experiencia, a esta sabiduría, el comportamiento de los hombres regidos por las mismas normas se irá transformando gradualmente aunque su naturaleza se mantenga». Pascal Fontaine. A new idea for Europe. The Schuman declaration — 1950–2000. Second edition 9 de mayo del 2000 Grupo del PPE-DE. Servicio de Estudios y Documentación
xi Prigogine, ¿Tan sólo una ilusión?, Editorial Tusquets, Barcelona, 1983. Prigogine & Stengers, La Nueva Alianza, Editorial Alianza, 2ª edición, Madrid 1990.
xii Pag. 174“We may conclude from this that the laws of physics are applicable to all domains of matter, hence also to those social processes which involve matter and energy (such as productive processes), but, in general, laws emerging on higher levels of complexity are precisely «new laws» that cannot be deduced from the «fundamental laws» of the previous level.”Georgescu-Roegen’s «new Economics» in eight essays. From Boeconomics to Degrowth. Edited by Mauro Bonaiuti. Routledge Studies in Ecological Economics
xiii Pag. 173 “Authors such as Ivan Illich (1973), Ernest Schumacher (1973) and Gregory Bateson (1979) clearly stated the idea that, once a certain threshold its crossed, social structures also generally undergo structural changes from which unforseen negative consequences may derive. J.B.S. Haldane is to be credited with the intuition that growth in size may involve alterations in the form of the organism and that this principle can also be transferred to the level of social organizations.”Georgescu-Roegen’s «new Economics» in eight essays. From Boeconomics to Degrowth. Edited by Mauro Bonaiuti. Routledge Studies in Ecological Economics