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Nuestros dos homo sapiens sapiens podrán poner las primeras bases de un grupo, si son capaces de comunicarse utilizando unos símbolos con significados parecidos, que les permitan construir y compartir una realidad en la que puedan adquirir unos conocimientos, que les den suficiente confianza el uno en el otro, para empezar a adoptar conductas altruistas.
Comunicarse, reconocerse y actuar altruísticamente de una manera recíproca es el germen necesario para formar un grupo; la base de la sociedad. Y con esta sociedad, nacen también las Instituciones.
Invirtiendo la dirección de lo comentado, podemos afirmar también que el éxito en un grupo o sociedad requiere que los miembros que lo componen sean capaces de comunicarse entre ellos, se reconozcan mútuamente como personas y puedan adoptar conductas altruistas. Tres características que ya raramente ocurren en nuestra sociedad.
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