Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Supervisor
Actualmente el desprestigio de los partidos políticos y de sus miembros es enorme. Tan enorme que, en muchos países europeos, los políticos son percibidos como uno de los principales problemas de sus respectivas sociedades. Por otro lado, cuando tratamos con sociedades formadas por millones de personas, parece imposible imaginar un funcionamiento democrático, sin partidos políticos, por la mera imposibilidad de gestionar un sistema de democracia directa.
¿Tenemos pues que aceptar los partidos como un mal necesario del sistema democrático actual?.
No.
Existen mejores formas de integrar los partidos y, es posible crear un cuarto poder que supervise los tres pilares de los sistemas democráticos, para entre otras cosas, evitar la intromisión de los partidos en los otros pilares de la sociedad democrática.
A los miembros de este quarto poder les denomino Neo-Humanistas. En ellos reside el Poder Supervisor, que es la expresión permanente de la Voluntad Política Constituyente de una sociedad, y en sus manos está la defensa de las personas, frente a los abusos y errores de las Instituciones, Organizaciones y fallos de la Norma Fundamental.
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