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¿Cuántas fotos más…?

Jodi Bieber, para 'Time', premio World Press Photo

¿Cuántas fotografías como esta necesitamos los Europeos para reaccionar?.

Esta mujer, a la que han cortado nariz y orejas, sólo se diferencia de nuestras hijas, hermanas, mujeres, o madres por el lugar en el que nació.

¿Aceptarías que a ellas les hiciesen esto?.

¿Te atreves a ver la cara de tu hija en esta foto?

No tenemos ningún inconveniente en enviar nuestros ejércitos a patrullar por mares y países extranjeros, si los intereses de nuestras empresas o bancos, se ven mínimamente amenazados.

Podemos enviar militares a volar barcos de Greenpeace si pensamos que nos perjudica su actitud o, a eliminar lideres tribales pacifistas, si atacan nuestros pozos petrolíferos en un perdido delta. Nos creemos fuertes y pensamos que podemos hacer lo que nos plazca.

Pero somos cobardes y nuestros gobiernos no se atreven a mover un dedo, cuando han de proteger a las personas que sufren injustamente.

Atacar intereses económicos es parte del juego. Un juego que puede ser muy cruel, pero que no es más que un equilibrio de poderes entre instituciones. Si ganas, bien. Si pierdes pues te vas a otro lugar o empiezas otra partida. Cada frontera marca un juego diferente, con reglas diferentes.

Atacar a personas indefensas de esta manera es una declaración de guerra a las personas y valores de todos los Europeos y esto ya no es un juego; es un guantazo en plena cara, pues cuando nos referimos a las Personas las reglas son las mismas en todo el mundo.

La sociedad que ha permitido hacerle esto a esta mujer, también ha atacado a todos los Europeos. Es un ataque contra ti, contra él o contra mi, pues siendo todas las mujeres iguales, podrían hacerle esto a cualquiera de la mujeres que queremos. Y esto, no se lo podemos permitir a nadie.

La culpa no es del pobre imbécil que ha realizado este brutal acto, sino de la sociedad que lo ha permitido y de los gobiernos Europeos que por pasiva, aceptan que esto ocurra.

¿Algún político de estos países tiene miedo de que por dar palizas a mujeres, matarlas o maltratar niños, los Europeos o los USA intervengan en su país?.

No, ninguno.

Ellos saben que mientras no toquen temas económicos o geoestratégicos, ningún país occidental moverá un dedo. Occidente todavía sigue la máxima de que no hay amigos; sino intereses.

Pero esto tiene que terminar.

Los políticos y los amos de esos países tienen que empezar a sentir miedo.

A sentir que hay personas a las que estos actos nos duelen tanto que no los olvidamos.

Que no todos nos guiamos exclusivamente por intereses económicos.

Que lucharemos para que nuestra rabia y dolor les llegue, y empiecen a sentir miedo.

Los intereses de nuestras empresas son importantes, pero más importantes son los intereses de nuestros iguales; las personas. Toda persona es igual de única y valiosa y nadie tiene derecho a abusar de la vida de los otros de este modo. Ni aquí, ni en la otra punta del mundo.

La realidad es que mañana no ocurrirá nada y más mujeres sufrirán. Y pasado mañana otra mujer aparecerá muerta, lapidada o azotada y, el mes que viene, seguirán existiendo niños viviendo en los vertederos del tercer mundo. Somos conscientes de que será un proceso lento, muy lento. Pero las semillas ya se han sembrado, y poco a poco, nuestra fuerza será mayor y ellos empezarán a sentir miedo; se verán vulnerables.

Porque el hierro de su coraza salvavidas, la economia, poco a poco se convertirá en papel mojado. Nuestra dignidad como personas vale más que unos miseros dolares o euros, llenos de dolor.

Porque en Europa, las personas volverán a levantarse para luchar, como se hizo contra la esclavitud, la explotación infantil, la explotación laboral o por los derechos universales de las personas.

Porque algunos empezamos a estar ya hartos. Si en Europa estamos luchando para que esto no ocurra, tampoco permitiremos que en otros lugares ocurra, por muchos intereses que tengamos ‘allí’

Porque cada vez hay más gente dispuesta a sacrificar tiempo y dinero sin otro objetivo que ayudar.

¿Y el dinero?

Si hay una crisis económica, despedimos a la gente y facturamos la mitad que antes. Esto lo consideremos algo intrínseco a nuestro sistema y, con dolor, lo aceptamos. Pero luego, por miedo a que nuestra actuación en Afganistán o, cualquier otro país, pueda afectar a un 0,1 por ciento de nuestra facturación, callamos y otorgamos. ¿…?

La repercusión real que en la económia de las Personas puede tener el que una multinacional europea pierda un contrato es mínima, de la misma manera que si una multinacional gana un contrato, no nos convertimos en millonarios todos de golpe. La economía es una excusa.

No es necesario ir al estilo Don Quijote, con la cara descubierta, salvando a los maltratados de todo el planeta. Lo que se necesita, es que utilicemos las herramientas de nuestros gobiernos, incluidos servicios secretos y militares, para fines más nobles. Europa es un ideal de ser humano y este ideal ha de sentirse y verse reflejado en lo que nuestros gobiernos hacen y no en la vergüenza de ver como se inhiben.